Se oyen gritos fatales
el silbido de balas por el aire
el mundo esta fuera de sus cabales
y los soldados miran con desgaire;
cada uno debe defender su bando,
pero no el mundo, que es por donde yo ando.
Sangre mancha la tierra
y el soldado ha de morir o matar
pues esa es la realidad de la guerra,
el matar sueños que no han visto el mar.
El combatiente el sueño no concilia
por apiolar, por ver a su familia
y piensa en el mañana
si despertará oliendo todo a hiel
si acabaría su vida temprana,
si le abandonaría el miedo fiel.
Tanto pensar se le hizo madrugada
llegó la hora de su última cruzada.
Así fue a la batalla
pues no hubo tampoco posible huida
y supo a qué sabía la metralla
al verse despojado de la vida.
Se arrepintió de guerras conocer
pues, a su hijo, no volvería a ver.
lunes, 7 de diciembre de 2009
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Acabo de leer una entrada mía de hace tiempo, de octubre de 2009, y me ha sorprendido un comentario vuestro! :) Nada mejor que algo así para mejorar este día, de veras.
ResponderEliminarMuchas gracias por el detalle. Aunque ha sido más bien tarde, me he dado cuenta. Imagino que ya no andaréis por acá. Da lástima que esto esté abandonado. Un abrazo y perdón por las tardanzas
smudge-of-ink.blogspot.com